Estancia en Venezuela
Se inicia el año 1881 para Martí con la decisión de probar suerte en Venezuela. El 21 de enero ya se encuentra en Caracas, la Jerusalén de los americanos, como él la llamara, y al anochecer
(...) sin sacudirse el polvo del camino, no preguntó dónde se comía ni se dormía, sino cómo se iba adonde estaba la estatua de Bolívar(...)
Ha
muerto un justo: Cecilio Acosta ha muerto. Llorarlo fuera poco.
Estudiar sus virtudes e imitarlas es el único homenaje grato a las
grandes naturalezas y digno de ellas. Trabajó en hacer hombres; se le
dará gozo con serlo. ¡Qué desconsuelo ver morir, en lo más recio de la
faena, a tan gran trabajador!
Sus manos, hechas a manejar los tiempos, eran capaces de crearlos. Para él el Universo fue casa; su Patria aposento; la Historia, madre; y los hombres hermanos(...)[4]
La ira del general presidente, estalla. Ante la firmeza de principios
del cubano y el elogio a su conjurado enemigo personal, el 27 de julio, le ordena directamente a través de su edecán, abandonar la patria de Simón Bolívar
Sus manos, hechas a manejar los tiempos, eran capaces de crearlos. Para él el Universo fue casa; su Patria aposento; la Historia, madre; y los hombres hermanos(...)[4]
(...) los ideales
enérgicos y las consagraciones fervientes no se merman en un ánimo
sincero por las contrariedades de la vida. De América soy hijo: a ella
me debo. Y de la América, a cuya revelación, sacudimiento y fundación
urgente me consagro, ésta es la cuna; ni hay para labios dulces, copa
amarga; ni el áspid muerde en pechos varoniles; ni de su cuna reniegan
hijos fieles. Déme Venezuela en qué servirla: ella tiene en mí un hijo.[5]
FUENTE: https://www.ecured.cu/Jos%C3%A9_Mart%C3%AD#Estancia_en_Venezuela
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